UN PUEBLO PEQUEÑO CON UNA GRAN HISTORIA

Bild Entrevista.jpgEsa conversación va a tratar las circunstancias en las cuales el autor Franz Xaver Meitinger escribió y publicó su libro “Bei uns Dahoam”, que es la primera crónica del pequeño Walda – un pueblo cerca de Pöttmes con menos de 300 habitantes. Él nos va a hablar de las inspiraciones e intenciones que lo habían motivado escribiendo ese libro y de los desafíos que tuvo que enfrentar. Desde la publicación de ese libro en 2011, ha seguido investigando y coleccionando información y cuentos del pueblo para su segundo libro, que se llamará “Heimatgschichten”.

 

Herr Meitinger, “Bei uns Dahoam” cuenta la histórica de Walda, que es un pueblo con una población muy pequeña. ¿Por qué ha asumido ese trabajo de 12 años sabiendo que afectaría solo pocos? ¿Cuáles eran sus inspiraciones e intenciones?

Bueno, la verdad es que soy una persona muy raizal. Nací en este pueblo y he vivido toda mi vida aquí. Es el sentido de unión cooperación de los habitantes que amo de Walda. Y los factores principales de esa unión se basan en la iglesia y las asociaciones y sociedades. Como por ejemplo la sociedad de tiro. Claro, no hace falta decir que no es la mayoría de los Waldaner que se compromete en las sociedades y especialmente en la iglesia. Pero todavía operan como focos sociales en nuestra pequeña comunidad, algo que, en otros sitios no se podría decir. Walda es mi hogar, es mi “Heimat”. Es el lugar donde siempre he vivido feliz y eso, en mi opinión, no es nada que se debe dar por hecho. Pero la razón por la que empecé a interesarme por la historia de Walda es más concreta. Hace 30 años, conseguí el puesto del Kirchenpfleger en nuestra iglesia, la St. Maria-Immaculata-Kirche. En el desván de la iglesia encontré un montón de documentos flojos y desordenados de tiempos y épocas distintos. ¡El documento más viejo tiene su origen en el año 1492! ¡En total pude acumular unos 800 kilos de documentos! Pero no había ningún resumen o algo similar de la historia de Walda. Al ver todas esas masas de información desconocida y olvidada, decidí que iba a encargarme de eso. Aparte de esa sensación de responsabilidad, también quería enterarme de acontecimientos y cosas que se referían a la historia de mi propia familia. Mi intención de descifrar y ordenar todos esos documentos siempre era la de informar a la gente de Walda sobre sus antecedentes y la historia de su “Heimat”. Las cosas que descubrí me parecían demasiado valiosas para pasar a ser olvidadas.

Usted no es un historiador. Pero lo que hizo era investigación científica histórica. ¿Cómo ha adquirido las técnicas necesarias para realizar su proyecto? ¿Y tuvo que enfrentar límites o problemas durante sus investigaciones?

 Pues, claro que había muchas complicaciones. Por ejemplo: Considerando que los documentos provenían de siglos pasados, muchos eran demasiado rotos para poder leerlos. Además, la escritura en algunos documentos era ilegible y me vi obligado a excluirlos del fundo. Y como leía muchos documentos con respecto a la iglesia, lo que me causaba problemas era el latín, que nunca había aprendido. Lo que hice entonces fue buscar ayuda. Para lo del latín, me dirigí a los clérigos de la región, que me tradujeron la mayoría de los textos. En cuanto a los textos escritos en Altschrift, tenía la suerte de haberlo aprendido durante los primeros cinco años de la escuela (años 54 – 59). Eso me servía muchísimo. Con el tiempo surgieron nuevas preguntas, que no pude contestar avisando los documentos que tenía a mi disposición. Por eso pedí permiso de poder visitar unos archivos. Dependiendo de los temas que estaba investigando, me dirigí a los diferentes archivos de la región. Por ejemplo el Hauptstaatsarchiv de Múnich para investigar un asesinato de una campesina en Walda en el año 1859. Visité varias veces el archivo en Augsburgo y para mis investigaciones familiares el archivo de la diócesis y el archivo de Rein am Lech. El fundo inmenso que encontré en todos esos archivos me inspiró y motivó aún más. Esas técnicas científicas históricas de que habla, no sabía nada de ellas. Lo que hice fue simplemente leer documentos, hacer preguntas e investigar para contestarlas.

¿Cuáles fueron los ámbitos principales que investigó?

 Bueno, en su mayoría la vida campesina en Walda y los alrededores, pero también el establecimiento de las primeras tiendas. La primera mención auténtica del pueblo Walda y el desarrollo de su población. La iglesia como foco social de la comunidad. Los años y tiempos de guerra y la influencia francesa durante la época napoleónica. También investigué los diferentes hallazgos arqueológicos como una cruz dorada y un amuleto proveniente de los Merowinger.

Actualmente, está escribiendo su segundo libro, que se llamará “Heimatgschichten”. Trata de cuentos que han sido transmitido oralmente aquí en Walda y de sus experiencias personales. ¿Usted diría que se trata de una autobiografía?

 Sí, es verdad, el libro contendrá varias anécdotas tratando del pasado y del presente de Walda. En su mayoría no existen en documentos sino fueron transmitidas oralmente, lo que significa que yo automáticamente desempeño el papel del narrador y yo diría que hasta un cierto punto se puede hablar de una autobiográfica. Pero como muchas de esas anécdotas se sitúan en un pasado que yo no viví, solo puedo relatarlas de la manera que yo las oí sin elementos autobiográficos.

En una respuesta anterior, mencionó un caso de asesino, que se aconteció aquí en Walda. ¿Le cuesta investigar esa parte obscura de la historia de Walda?

 Pues ya le explicado que tengo una conexión muy fuerte y emocional con Walda, pero eso no me impide de tratar de reconstruir la historia del pueblo de una manera objetiva. En mi nuevo libro hablo también de algunos casos de eutanasia que acontecieron aquí. El pasado de cualquier sitio contiene partes feos y obscuros. Por eso es tan importante hablar del pasado, para llamar la atención de la gente a los errores del pasado para que creen más consciencia.

Finalmente, ¿Qué es que desea para el futuro de Walda?

 Lo que yo deseo para el futuro de mi pueblo es que habrá a alguien que se interese por la historia de su “Heimat” y que esté dispuesto a acumular información y conservarla. Mi segundo libro va a ser mi último, pero me haría mucha ilusión si la documentación de la historia de Walda no terminara con mi trabajo.

 

Muchísimas gracias por contestar las preguntas, Herr Meitinger. ¡Qué tenga mucho éxito con su nuevo libro!

Ha sido un placer, gracias.

 

Philippa Adolf

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